defensa de la Fe
Llegara el día en el que en lugar de Pastores alimentando a las ovejas, habrá payasos entreteniendo a las cabras.Recuerde esto: Cualquier enseñanza que no se encuadre con lo que dicen las Escrituras debe de ser desechada, aunque haga llover milagros todos los días
jueves, 15 de noviembre de 2007
Los peligros de la pornografía
martes, 30 de octubre de 2007
EL CARTEL DE "CRISTIANO"
El nombre de Cristo parece estar en boca de todos, como nunca antes en la historia.
Tal es así, que los medios seculares han adoptado el nombre de cristianos.
Hay canales de televisión cristianos, radios cristianas, librerías cristianas...
Existe también, toda una industria discográfica donde hay cantantes y grupos musicales "cristianos".
En la actualidad, a casi todo se le pone el aditamento cristiano: Liga de fútbol cristiana, chistes cristianos, club cristiano, partido político cristiano etc.
Además las estadísticas muestran que cada año, el crecimiento de las iglesias cristianas evangélicas, es exponencial, a lo largo del mundo.
Cada vez hay mas ministerios, iglesias, grupos y organizaciones cristianas.
Cualquiera que considere las cifras de crecimiento, de lo que llamamos el "mundo cristiano", diría sin dudar: - "El mundo se está transformando para Cristo."
Sin embargo, hay otras estadísticas que son igualmente ciertas, donde mundialmente, se conoce que crece: La violencia, la corrupción, la falta de valores morales, etc.
La vida de santidad, la consagración a Dios, vivir una vida distinta al mundo, es cosa extraña, para el "cristiano" de hoy.
La vida personal del cristianismo de hoy, examinada bajo la lupa de la Biblia, nos da como resultado, que "cristiano", es solo un término con el cual muchos se identifican, pero que no tiene nada que ver con la experiencia de sus corazones.
Somos testigos de una generación que honra el nombre de Cristo con sus labios, pero que su corazón está muy lejos de su voluntad.
La sociedad de hoy no es impactada como lo fue en la iglesia primitiva, que solo ciento veintes personas, comenzaron la tarea de evangelización que cambiaría el mundo.
Hoy, los millones de supuestos cristianos, inmersos en la sociedad, no provocan la más mínima reacción en contra del pecado, sino mas bien, se amoldan a las costumbres de este mundo.
El contenido de este mundo se ha vaciado en una nueva botella, donde irreverentemente le han puesto la etiqueta de "cristiano".
Esta etiqueta, no cambia el veneno del contenido. El mundo se transforma en un cristianismo nominal, donde se honra a Cristo (como diría el mismo Jesús en la Biblia): Solo de labios.Pero la transformación del alma y del espíritu, el verdadero cambio que produce el Espíritu de Dios, es desconocido para el cristianismo actual.
Mateo 7:13 Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva á perdición, y muchos son los que entran por el.
El camino ancho que lleva a la perdición del infierno, es transitado por millones de personas, que tienen nominalmente colgado un cartel de cristiano.
Van caminando seguros con su cartel cristiano. Pero es una seguridad irreal, ya que al menos que su corazón sea transformado, y camine la senda angosta que lleva al cielo, no encontrará a Cristo.
Estimado amigo/a:
Te invito a que examines tu vida delante la Palabra de Dios, la Biblia, parta considerar la veracidad de tu cristianismo, y comprobar si éste, es una experiencia o solo un rótulo para ampararse.
Pues nunca faltará alguna organización o iglesia, que te cuelgue el cartel de cristiano, sin tan siquiera haberte expresado las mínimas verdades del evangelio.
Que te hayas bautizado en tal lugar, que hayas tomado tal o cual responsabilidad, en una iglesia, esto no te asegura la vida eterna.
Ser cristiano, es una experiencia del corazón, el cual tiene que "nacer de nuevo".
Si caminas cada día con Dios, y estás en el camino de Cristo, me alegro por ti.
Pero si sabes, en lo profundo de tu corazón que solo eres un cristiano de nombre, descuelga tu cartel y pídele perdón a Dios.
Oración: Señor perdóname por llevar tu nombre en mi vida en forma hipócrita. Perdóname por ser solo un cristiano de nombre. Quiero que perdones mis pecados, y transformes de manera real mi corazón. Creo con fe en el sacrificio de tu Hijo JesuCristo en la cruz por mí.Y que de ahora en más, pueda ser un cristiano de verdad, donde no solo te honre con mis labios, sino con toda mi vida entera. AMEN.
2Corintios 3:3 Siendo manifiesto que sois letra de Cristo administrada de nosotros, escrita no con tinta, mas con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
lunes, 22 de octubre de 2007
POR QUÉ CREEMOS EN DIOS
Revelación General
En el Salmo 19:1 leemos que Dios se ha revelado a sí mismo en la creación misma: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.” También leemos en Romanos 1:19-20 que “lo que de Dios se conoce les es manifiesto…Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo.” Esta revelación general de Dios en la creación es objetiva: Dios se ha manifestado a sí mismo en la naturaleza de tal manera que todos los que lo niegan “no tienen excusa” (v. 20). Todos conocen a Dios por su revelación.
En verdad, Dios se ha revelado a sí mismo no solamente externamente en la creación, sino también internamente. Todos los hombres tienen el testimonio de Dios en sus conciencias, teniendo “la obra de la ley escrita en sus corazones” (Rom. 2:15). Así, nosotros tenemos un testimonio doble en la revelación general de Dios: en la naturaleza alrededor de nosotros y en nuestros corazones dentro de nosotros.
En la creación original, antes de la caída del hombre, Adán y Eva disfrutaban de perfecta comunión con Dios y el uno con el otro. Como parte de esta perfecta comunión con Dios, ellos lo veían claramente como se había revelado a sí mismo en la creación. Pero debido a sus malos deseos y acciones, ellos “no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido” (Rom. 1:21). En otras palabras, cuando Adán y Eva cayeron, su caída implicó más que la pérdida de la justicia original; también implicó la corrupción de toda su naturaleza, incluyendo su entendimiento. Debido a que este es el mundo de mi Dios, y lo sigue siendo después de la Caída, la validez objetiva del testimonio de Dios de sí mismo en la creación permanece, pero los hombres no regenerados no pueden ni lo reconocerán.
Revelación Especial
Para que el hombre, ahora, entienda correctamente, tiene que usar los lentes de la revelación especial (la Palabra de Dios). Para ponerlo de otra manera, el hombre caído necesita creer en la Biblia a fin de entender el mundo correctamente. El hombre en su rebelión tiene que tener su alma convertida y sus ojos iluminados. Y esto es exactamente lo que “la ley del Señor” hace: hace sabio al sencillo, permitiéndole al hombre pecaminoso ver lo que él no puede ver en su ceguera natural (Salmo 19:7-8).
Así, es Dios, por su Espíritu---obrando en, por, y a través de la Palabra---quien convierte nuestros corazones pecaminosos. Por razón de la Caída, necesitamos ser salvos en todo sentido de la palabra. Necesitamos ser lavados en la sangre de Cristo y revestidos de su justicia, para estar seguros, necesitamos recobrar nuestro entendimiento. La revelación es particularmente importante después de la Caída porque solamente en ella descubrimos que “la salvación es del Señor,” a través de la persona y obra de nuestro Redentor. Y necesitamos la revelación especial para reorientar nuestra perversión del testimonio de Dios en la revelación general.
Viéndole Sentido a las Cosas
Si no creyera en Dios, no le vería sentido a nada, incluso a la revelación general. Esto significa que si no creyera en Dios, no solamente mi alma estaría perdida eternamente, sino que mi intelecto estaría perdido ahora y yo sería un necio o tonto (Salmo 14:1), careciendo de todo entendimiento verdadero.
Cuando hablo de creer en Dios, no quiero decir creer en un dios, sino creer en el Dios de las Escrituras, el Dios quien es eternamente tres-en-uno y quien se ha revelado supremamente a sí mismo en el Cristo quien da testimonio de sí mismo en la Palabra. Ninguna deidad, sino sólo éste Dios es suficiente para darle sentido a lo que vemos en la revelación general. Así que, creer en un dios diferente al Dios de la Biblia---como también la negación de Dios y su deidad enteramente---haría todo sin significado.
¿Por qué la negación de Dios vuelve todo sin significado? Porque aparte del Dios tres-en-uno de la Biblia, no podemos darle sentido a nada de lo que vemos en el mundo alrededor de nosotros. En el mundo, vemos que la realidad está compuesta de muchas cosas distintas, y que al mismo tiempo no todo es tan distinto como para hacer imposible la comunicación, y por lo tanto el conocimiento. El mundo no es solamente una gota masiva e indiferenciada de algo, sino consiste de muchas cosas particulares: yo no soy tú, y mi gorra no es mi silla. Pero si todo es particular, ¿por qué pienso en términos de los universales también? La respuesta es que mientras que los particulares existen, ellos no son tan individuales que no haya conexión entre ninguno de dos de ellos. Es decir, tú y yo no somos la misma cosa---somos personas diferentes. Pero somos lo mismo en otro sentido---ambos somos humanos. Si no hubiera conexión---o una base de unidad---no podríamos tener entendimiento (de la ciencia, la comunicación), tal como no podríamos tener entendimiento si todo fuera radicalmente uno, admitiendo ninguna distinción.
Claramente, tanto lo uno (la unidad que nos permite hablar de humanos como un todo) y lo diverso (todos los humanos particulares) existen. Cómo justificar tanto lo uno y lo diverso, y cómo relacionar los dos, es un problema que ha complicado a la filosofía Occidental, ejercitando a las mentes más capaces. La solución al problema no se encuentra en algún Absoluto diferente a Dios, sino en el Dios quien es una pluralidad (tres) dentro de una unidad (uno). Solamente creyendo en tal Dios podemos verle sentido al mundo a nuestro derredor.
Racionalidad
¿Significa esto que yo creo en tal Dios porque es racional creer en ese tal Dios? Creo en Dios porque el Espíritu Santo me ha capacitado para recibir la revelación (general y especial) de Dios. Pero, sí, es racional creer en tal Dios, y no creer en tal Dios es irracional porque tal error convierte todo sin sentido.
Tal vez el ateísta (o mejor dicho, el antiteísta---quien no cree en el Dios de la Biblia) diría en este punto, “no creo en Dios, y creo que nada tiene sentido.” Por supuesto, afirmar que nada tiene sentido es irracional, incluso como es imposible afirmar significativamente que todo es irracional. Todas esas declaraciones manifiestamente se contradicen a sí mismas y prueban que sentido y racionalidad existen porque uno es capaz de entender la declaración de que todo es irracional.
Mi creer en Dios no significa que no pienso racionalmente o que no tengo razones para creer en Dios. El mundo está lleno de razones para creer en Dios. Cualquiera que piensa que la postura apologética de Cornelius Van Til (la que yo sigo) está basada en la fe, en contra de la razón y evidencia, no ha empezado a entender a Van Til.
Yo creo en Dios por su revelación, la cual hace todo entendimiento posible. La revelación no se opone a la razón, sino fundamenta a la razón. Sin la revelación, la razón no tiene ninguna esfera en la cual operar y el conocimiento no tiene ningún fundamento. La prueba verdadera de la existencia de Dios, entonces, es la imposibilidad de lo contrario. El cristianismo suministra la respuesta a los problemas más perplejos y filosóficos de la vida y provee un fundamento para la lógica, la ciencia, la ética, etc. Niega el cristianismo y habrás negado el fundamento de todo conocimiento, dejando al conocimiento como colgando en el aire.
Las leyes de la lógica, las leyes de la ciencia y las normas éticas no pueden justificarse a sí mismas. Toma la ciencia, por ejemplo. Recuerdo al Dr. Knudsen diciéndonos que lo que es fundacional a la ciencia no es de la naturaleza misma de la ciencia. Ciertamente. No se llegó a la metodología científica por el uso de la metodología científica. Más bien, la metodología científica se presupone. Esto no la hace falsa o menos honorable que algo que se puede probar.
En verdad, una presuposición (si es verdadera) es conocimiento del orden más alto. La Escritura, por ejemplo, no puede probarse ser la Palabra de Dios, pero se presupone ser la Palabra de Dios. Tenemos que presuponerlo porque si lo negamos, entonces hacemos el conocimiento imposible. Si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces, ir fuera de ella para probarla, sería desaprobarla, porque todo a lo que se apela como prueba asume una posición de superioridad sobre la Palabra y así desaprueba la demanda de la Palabra de estar arriba, de lo cual, nada es más alto.
¿Absurdo?
Los antiteístas generalmente consideran como absurdo la demanda de que el rechazo de la Escritura hace todo conocimiento imposible. También muchos cristianos. Correctamente observan que un número infinito de incrédulos operan regularmente con gran éxito en todo el orden creado, componiendo música, descubriendo planetas, y trabajando exitosamente en el laboratorio, mientras todos niegan a Dios. ¿Cómo puede ser esto?
En tanto que el rechazo del cristianismo pone a uno en una posición imposible, incluso el hombre caído y no regenerado está creado a la imagen de Dios. Y continúa viviendo en el mundo que Dios ha creado. El está en contacto con la verdad en cada punto del orden creado, pero él suprime la verdad con injusticia (Rom. 1:18).
Con todo, él conoce a Dios y no puede escaparse de conocer a Dios. El antiteísta, de hecho, presupone el teísmo. Tiene que presuponer el teísmo incluso para argumentar en contra, porque sin el Dios tres-en-uno del teísmo cristiano, no podemos verle sentido a nada. La única manera de que uno pueda emplear argumentación negando al Dios de la Biblia es primero asumiendo al Dios de la Biblia quien hace posible tal argumentación.Este artículo, entonces no puede ser limitado a por qué yo creo en Dios, sino realmente trata de por qué yo no creo en otra cosa del todo. Solamente el Dios de la Biblia hace posible el conocimiento. Y nosotros conocemos a ese Dios, porque él mismo se nos ha revelado a nosotros, sus criaturas.
martes, 16 de octubre de 2007
El Homosexual, ¿Nace o se Hace?
La homosexualidad es una orientación sexual y se define como la interacción sexual y/o atracción romántica hacia individuos del mismo sexo. Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homo (que significa igual y que a veces se confunde con el significado latino, hombre) y el latín, sugiriendo una relación sexual y sentimental entre personas del mismo sexo, incluyendo así el lesbianismo.
La Biblia dice que es abominación que un hombre se acueste con otro hombre como si fuera una mujer, o que una mujer haga lo mismo con otra como si fuera un hombre (Lv 18.22; 20.13). La Biblia dice que a causa de abominaciones como la homosexualidad, la tierra vomitará a sus moradores (Lv 18.25). El apóstol Pablo la llamó «inmundicia», consecuencia de haber sido entregados por Dios a «pasiones vergonzosas» (Ro 1.24–27). En el Antiguo Testamento, los responsables de estas prácticas eran expulsados de la congregación de Israel y ejecutados. En el Nuevo Testamento se nos dice que quienes practican la homosexualidad no entrarán al Reino de Dios (1 Co 6.9, 10). El apóstol Pablo se refiere a ella como la última expresión de la rebelión contra Dios. Cuando las personas cambian la verdad de Dios por una mentira, y comienzan a adorar a la criatura en lugar de al Creador, son entregados al mal. Cuando todos los valores se invierten, y aparece la anarquía moral, los hombres se encienden «en su lascivia unos con otros», al igual que las mujeres unas con las otras, pero en sus propios cuerpos recibirán el castigo de sus acciones (Ro 1.22–27). Desde un punto de vista bíblico, el ascenso de la homosexualidad constituye una señal de que la sociedad se encuentra en las últimas etapas de su decadencia.
RESPUESTA A COMENTARIO
1 Cor 6:9-11 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: que ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, pero ya sois santificados, pero ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.
1TIM 1: 9-11 Y conocemos esto: que la ley no ha sido puesta para el justo, sino para los rebeldes e insubordinados, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los homosexuales, para los secuestradores, para los mentirosos, para los perjuros, y para cuanto haya contrario a la sana doctrina, según el evangelio de la gloria del Dios bendito, que me ha sido encomendado.Romanos 1:18-32
Creemos en un Dios vivo y verdadero, que no hace bromas ni se divierte a costillas de su creación. Creemos en Dios que hizo al ser humano VARON Y MUJER (Gn 1: 27). Lo contrario es contra natura, por eso el cuerpo del hombre no esta diseñado para otro hombre sino para una mujer, y viceversa. No hay tal “alma de mujer” en el cuerpo de un hombre, Dios lo que hace lo hace perfecto, lo hace bien, no comete errores. Y como criaturas suyas no estamos en condiciones de cambiar nada, en Dios no hay término medio, se es o no se es. Se vive o se muere.
Más que homofonía o miedo a los homosexuales, tenemos temor de Dios. Temor y respeto de su Palabra.
Nuestra ética moral radica en que todo ser humano tiene su propia forma de ver el mundo. Dependiendo de esta será su actuar, sus pensamientos y convicciones; así como su forma de evaluar la conducta y actitudes de la gente, y solo hay dos formas de ver la vida, la correcta que es de Dios, y la pervertida que es la de Satanás. Es por eso que para el cristiano es Dios quien a través de su Palabra nos muestra que es lo bueno y lo malo. Si decimos que creemos en Dios, el creador del universo y quien estableció normas de vida eterna, y que la Biblia es su palabra infalible y perfecta, nuestra vida debe ser coherente con esto. Lo contrario es relativismo, ser convenenciero, como cuando decimos que las palabras de la Biblia nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, pero a fin de cuentas hacemos o aprobamos lo que nos venga en gana. Más que conveniencia es una necedad.
No somos fanáticos, estamos convencidos de que Dios tiene el mejor estilo de vida para la humanidad y la historia lo ha comprobado. No hay “gey” completamente satisfecho con su vida, ni totalmente aceptado. Esto no es culpa de la sociedad, es culpa de ellos que persisten en su abominación.
No condenamos a nadie, ni al homosexual, pues es Dios quien determina qué ha de ser del hombre después de la muerte, quien juzgara a las personas de acuerdo a sus actos y si creyeron o no en Jesucristo como Salvador arrepintiéndose de sus pecados.
A la Palabra de Dios puedes decirle que NO, no creerla, no practicarla, pero a su voluntad nadie escapa y Dios ha dicho que ni los hechiceros, ni homosexuales entrarán en su reino.
Nosotros solo somos portadores de este evangelio de salvación y es nuestro interés que las personas le conozcan. Es precisamente por amor al pecador, sea homosexual, borracho, adultero, brujo, etc. que señalamos el error de su camino, es precisamente por que Jesús vino a buscar y salvar al que se había perdido.
No defendemos causas perdidas, como lo es la del homosexual, más bien les amamos y queremos que se arrepientan de su mal andar.
No es nuevo que la iglesia de Dios sea confrontada, repudiada e insultada por tener el valor de enfrentar el pecado, y lo hacemos por que de ahí salimos muchos, de una vida de pecado. Pero hoy día estamos enfrentando lo que algunos llaman la focilización, el endurecimiento de los corazones, la institucionalización del pecado. Por que este mundo a lo bueno llama malo y a lo malo bueno (Isaías 5:20) Esto nos coloca ante el reto de seguir proclamando de manera clara y audible las verdades de la Biblia, así seamos insultados…
Quiera Dios que su palabra llegue a los corazones más renuentes y puedan ser tocados para ver las maravillas que contiene la Biblia, y no solo verlas sino vivirlas a través del perdón de Jesucristo. Por que el infierno no tiene nada de cálido, más bien ahí seré el lloro y el crujir de dientes (Mateo 22:13) y el tormento no tendrá fin.
¡Qué piensas del Aborto?
martes, 22 de mayo de 2007
FALSEDADES QUE LOS NEO-ORTODOXOS Y LOS EVANGÉLICOS LIBERALES
Por Dr. Jay Grimstead
La Neo-Ortodoxia es un sistema de pensamiento opuesto a la visión bíblica de la realidad. Estos
dos sistemas se hallan compitiendo por las mentes de los evangélicos que viven en los 1990’s.
En 1978 un grupo de teólogos se reunió en Chicago, bajo la bandera del Concilio Internacional sobre la Inerrancia Bíblica (ICBI, por sus siglas en Inglés) para redactar un documento que hiciese historia en la Iglesia y que pudiera presentarse en oposición al extravío neo-ortodoxo entre los evangélicos. Al momento de esa reunión la agenda teológica estaba siendo establecida por los teólogos neo-ortodoxos. Igual que todos los documentos históricos del Cristianismo la Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica se creó a partir de un esfuerzo por parte de los líderes del Cristianismo de reunirse por consentimiento común y forjar una posición bíblica que se levantase en oposición a una herejía actual.
La declaración de ICBI fue formulada en forma de un conjunto de Afirmaciones y Negaciones. Como Francis Schaeffer nos recuerda, en el mundo filosóficamente confundido de hoy, donde las palabras son distorsionadas, devaluadas y deliberadamente redefinidas, no podemos dar por sentado que hemos sido entendidos a menos que digamos con claridad qué es lo que no queremos dar a entender lo mismo que decir lo que sí queremos dar a entender.
Entre los 19 Artículos de la Declaración de Chicago, los Artículos III al XIX se hallan en directa oposición a las doctrinas neo-ortodoxas específicas que actualmente están siendo enseñadas en clases y en escritos de muchos profesores en así llamados seminarios “evangélicos” en los Estados Unidos.
A continuación se halla una lista de herejías neo-ortodoxas y representaciones falsas que los evangélicos liberales quieren que creamos con respecto a la Biblia. A la derecha de cada herejía se encuentra un Artículo de la Declaración de Chicago sobre la Inerrancia Bíblica que se halla en oposición a la herejía. Esta tabla puede ser útil como una “lista de control” por parte de comités que buscan emplear personal para sus equipos en iglesias y organizaciones para determinar si los candidatos han sido influenciados por las tendencias liberales. La mayoría de estudiantes y pastores neo-ortodoxos y evangélicos liberales no saben que han sido influenciados de la manera en que lo han sido y es probable que afirmen lo contrario. Esta lista será una prueba útil de sus afirmaciones.
Herejía Neo-Ortodoxa Posición Bíblica (Declaración de Chicago)
1. La Biblia es solamente un testigo de la revelación, o llega a ser revelación en un encuentro. La Biblia en sí no es revelación absoluta y divina. Las marcas negras en una página en blanco no pueden jamás ser revelación en y por sí mismas.
AFIRMAMOS que la Palabra escrita, en su totalidad, es la revelación dada por Dios.
NEGAMOS que la Biblia sea únicamente un testigo de la revelación, o que llegue a ser revelación solamente en un encuentro, o que dependa de las reacciones de los hombres para su validez.
2. El lenguaje humano es inadecuado como vehículo para comunicar la verdad divina absoluta.
Artículo IV
AFIRMAMOS que Dios, quien hizo a la humanidad a Su imagen, ha usado el lenguaje como un medio de revelación.
NEGAMOS que el lenguaje humano se halle tan limitado por nuestra condición de creaturas creadas que se hace inadecuado como un vehículo para la revelación divina.
Artículo V
AFIRMAMOS que la revelación de Dios en las Sagradas Escrituras fue progresiva.
NEGAMOS que la revelación posterior, que puede cumplir la revelación anterior, jamás la corrige o la contradice.
NEGAMOS además que cualquier revelación normativa haya sido dada a partir del momento en que se completó el canon del Nuevo Testamento.
4. La Biblia es, en un cierto sentido, la Palabra de Dios (en singular) pero las palabras de la Biblia no son las Palabras de Dios (en plural.) Aunque la Biblia es inspirada en algún sentido, las palabras y oraciones exactas no son inspiradas a la manera en que Hodge y Warfield declararon el caso.
Artículo VI
AFIRMAMOS que la totalidad de la Escritura y todas sus partes, aún las mismas palabras originales, fueron dadas por inspiración divina.
NEGAMOS que la inspiración de la Escritura pueda afirmarse con justa razón con respecto al todo pero no respecto a las partes, o de algunas partes pero no de la totalidad.
5. La Biblia, como libro, no es cualitativamente diferente a ningún otro libro. Los escritores bíblicos fueron excepcionalmente sensibles al movimiento de Dios en sus vidas y en la historia alrededor de ellos y registraron, de la mejor manera que pudieron, lo que observaron, sin ninguna intervención milagrosa en la que Dios estuviese escogiendo las palabras.
Artículo VII
AFIRMAMOS que la inspiración fue la obra por la cual Dios, por Su Espíritu y a través de escritores humanos, nos dio Su Palabra. El origen de la Escritura es divino. La mecánica de la inspiración divina sigue siendo para nosotros, en gran parte, un misterio.
NEGAMOS que la inspiración pueda ser explicada meramente en términos de la perspicacia humana, o a elevados estados de conciencia de cualquier tipo.
NEGAMOS que Dios, al hacer que estos escritores usaran incluso las palabras que Él había escogido, hubiese anulado sus personalidades.
AFIRMAMOS que la inspiración, aunque no confiriera omnisciencia, garantizó la expresión fiel y fidedigna de todos los asuntos sobre los cuales los autores Bíblicos fueron movidos a hablar y escribir.
NEGAMOS que el carácter finito o la condición caída de estos escritores, por necesidad u otra razón, introdujeran distorsiones o falsedades en la Palabra de Dios.
8. Puesto que los manuscritos originales ya no existen, es una pérdida de tiempo incluso hablar de ellos confiriéndoles ya sea inerrancia o la presencia de errores.
AFIRMAMOS además que las copias y las traducciones de la Escritura son la Palabra de Dios en la medida en que representen fielmente el original.
NEGAMOS que cualquier elemento esencial de la fe Cristiana se vea afectado por la ausencia de los autógrafos.
NEGAMOS que sea posible que la Biblia sea al mismo tiempo infalible y errada en sus declaraciones. La infalibilidad y la inerrancia se pueden distinguir, pero no separar.
NEGAMOS que la infalibilidad y la inerrancia Bíblica se limiten a temas espirituales, religiosos o relacionados con la redención, excluyéndose de dar afirmaciones en los campos de la historia y la ciencia.
NEGAMOS que sea apropiado evaluar la Escritura de acuerdo a criterios de verdad y error que sean ajenos a su uso y propósito.
12. Si no existen en la actualidad soluciones a las aparentes contradicciones y errores, esto quiere decir que nunca existirán tales soluciones.
NEGAMOS que los supuestos errores y discrepancias que aún no hayan sido resueltos menoscaben las afirmaciones de verdad que hace la Biblia.
NEGAMOS que la enseñanza de Jesús acerca de la Escritura pueda ser descartada debido a presiones para complacer a otros o a cualquier otra limitación natural de Su humanidad.
NEGAMOS que la inerrancia sea una doctrina inventada por el Protestantismo Escolástico, o una posición reaccionaria postulada en respuesta a la valoración negativa de la alta crítica.
NEGAMOS que este testimonio del Espíritu Santo opere de manera aislada o en contra de la Escritura.
NEGAMOS la legitimidad de cualquier tratamiento del texto o la búsqueda de recursos que se hallen detrás de estos que puedan llevar a la idea de que sus enseñanzas son relativas o desprovistas de contexto histórico –descartándolas así en el proceso, o rechazando sus declaraciones relacionadas con la autoría.
AFIRMAMOS además que tal confesión debiese conducir a una creciente conformidad a la imagen de Cristo.
NEGAMOS que tal confesión sea necesaria para la salvación. Sin embargo,
Un Llamado a la Acción en la Familia
Para estos fines nos comprometemos a las siguientes acciones específicas:
1. Poner a disposición este documento junto con una lista corta de lecturas de libros pertinentes por autores Bíblicos, para toda iglesia en el mundo que crea en la Biblia, y estimular a los líderes de las iglesias locales a entrenar a sus miembros en estos principios esenciales de la familia Bíblica;
2. Aplicar la disciplina eclesiástica cada vez que los miembros de una congregación se involucren en pecados relacionados especialmente con la familia, tales como la fornicación, el divorcio fácil, la falta de sumisión de las esposas, el abuso de la autoridad por parte de los esposos, el abuso de los cónyuges, la desobediencia de los hijos, el abuso infantil, la falta de apoyo por parte del esposo, el abandono, el incesto, la homosexualidad, o la falta deliberada de niños por cualquier otra razón que no sea un llamado especial de Dios;
4. Exhortando a todos los Cristianos a unirse en la ciudad, el estado y a escala nacional en oposición a cualquier intento impío por parte del gobierno civil de arrebatar los derechos paternos ordenados por Dios sobre sus propios hijos. (Se deben tomar todos y cada uno de los medios institucionales, por parte de individuos y por la iglesia institucional, para oponerse a cualquier ataque contra el derecho básico, esencial y fundamental de los padres de concebir, controlar, educar, criar, guiar y disciplinar a sus propios hijos. Las iglesias deben estar dispuestas a perder su status de exención de impuestos respecto a este asunto, y los padres Cristianos deben estar dispuestos a ser encarcelados si es necesario, al batallar contra esta posesión última de poder por parte de los devotos del estatismo idolátrico);
7. Guiando y socorriendo, e instando a las iglesias a guiar y socorrer a los padres en el cumplimiento de sus funciones como cabezas espirituales de sus familias;
9. Enseñando que cuando los niños son abandonados o quedan en la orfandad, o sus padres se encuentran en la cárcel, debiesen ser cuidados preferiblemente por parientes, amigos o por la Iglesia antes que por el gobierno civil, instituciones o albergues de menores;
11. Ayudando a cada iglesia local a establecer, por sí sola o en cooperación con otras congregaciones locales, su propio centro de crisis de embarazos y un programa anti-abortos (Esta no es una obligación menos requerida para los Cristianos de hoy en los Estados Unidos de lo que fue la oposición Cristiana al Holocausto bajo Hitler en Alemania, incluso hasta el riesgo del encarcelamiento y la muerte.);
P.O. Box 1139
Murphys, California 95247
Teléfono: (209) 728-2582
Sitio Web: http://www.Reformation.net
La Cosmovisión Cristiana de la Familia
Mr. Jerry Regier, M.A.B.S., Vice-Presidente
Con contribuciones de los miembros del
Comité de la Familia de
La Coalición para el Avivamiento
Dr. Jay Grimstead, D.Min., Editor General
Mr. E. Calvin Beisner, M.A., Asistente del Editor General
Como resultado, muchas familias sufren de falta de dirección y desorganización. La disolución de la familia, desprecio por las necesidades de los niños y miembros ancianos de la familia, la búsqueda desenfrenada de auto-realización, el divorcio fácil, la falta de compromiso y estabilidad, y el resultante incremento de hogares aquejados de pobreza y dirigidos por mujeres, todo esto pone en peligro la vida familiar.
Declaraciones de Afirmación y Negación
ORIGEN Y DEFINICIÓN DE LA FAMILIA
LA SANTIDAD DE LA SEXUALIDAD, RESERVADA PARA EL MATRIMONIO
5. Afirmamos que Dios diseñó la hermosa bendición y unión espiritual de la relación sexual para ser reservada exclusivamente para un hombre y una mujer dentro del matrimonio (Hebreos 13:4; 1 Corintios 7:1-9; Proverbios 5:15; Romanos 1:27; Gálatas 5:20, 21; 1 Timoteo 4:1-3).
ROLES Y RELACIONES EN LAS FAMILIAS
EL HOMBRE: SU LIDERAZGO
7. Afirmamos que en el orden de Dios del gobierno de la familia Cristiana Cristo es la Cabeza del hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer como Cristo es la Cabeza de la Iglesia, habiéndose dado a Sí mismo en amor para su redención; que el esposo debe mirar constantemente a Cristo en busca de dirección; y que el liderazgo del esposo requiere compromiso hacia su esposa, sacrificio desinteresado hacia ella, el espíritu de un siervo, reforzamiento de sus cualidades únicas y un amor activo en cuidar, valorar y proveer para ella (Efesios 5:21-25; Filipenses 2:5-11; Mateo 20:28; Colosenses 3:18, 19; 1 Timoteo 3: 11, 12; 1 Corintios 11:3; 14:34, 35; 1 Pedro 3:7).
SU AUTORIDAD
9. Afirmamos que la autoridad de un hombre como cabeza de su esposa le es delegada por Dios; que esto significa que su legítima autoridad sobre su esposa a lo que la Palabra de Dios le permita; y que toda autoridad es establecida por Dios y nadie, ni institución social alguna, tiene el derecho de ejercer alguna autoridad contraria a las leyes de Dios o a los límites que Dios ha establecido para el oficio del hombre en la familia (Romanos 13:1; Efesios 5:22-33).
SU TRABAJO
10. Afirmamos que un hombre sano debe hacer todo esfuerzo razonable para sostener a su Familia continuamente (1 Timoteo 5:8; Génesis 3:17-19); que la esposa puede incrementar el ingreso de la familia por medio de la administración efectiva de los recursos o, con el consentimiento del esposo, por medio del hacer negocios con base en el hogar (Proverbios 31:10-31); y que en casos de crisis financiera familiar, la esposa puede, con la aprobación de su esposo, aceptar un empleo temporal externo, pero que la familia debiese ver esto como una esclavitud, buscar liberarse de ello y pedirle a Dios la liberación (1 Corintios 7:21-23).
SU LIDERAZGO ESPIRITUAL
11. Afirmamos que un hombre Cristiano, como cabeza de su familia, debe alimentar a sus miembros espiritual y moralmente; que debe proteger a su familia, orar diligentemente por su protección y buscar regularmente la bendición del Señor para ellos (1 Timoteo 2:8; 1 Tesalonicenses 5:17; 1 Pedro 3:7); y que debe educar espiritualmente a sus hijos y conducirlos en el camino de la devoción por medio de la instrucción directa y constante, dirigiéndolos en la adoración, permaneciendo accesible e involucrado de manera cariñosa con ellos, y reflejando a Jesucristo por medio de su ejemplo (Deuteronomio 6:7; 11:19; Efesios 6:4; Salmo 34:11; 78:5,6).
LA MUJER: SU SUMISIÓN
13. Afirmamos que Dios llama a la esposa a someterse por voluntad propia en obediencia amorosa y respeto hacia su esposo como la Iglesia se somete ella misma a Cristo (Efesios 5:22-24; Colosenses 3:18); y que las esposas con esposos no Cristianos son llamadas por Dios a ser un testimonio a sus esposos por su obediencia gentil y sumisa, y a no cansarlos con críticas constantes (1 Pedro 3:1-5).
SU LABOR
14. Afirmamos que la principal responsabilidad de una madre es cuidar de sus niños pequeños; que la responsabilidad de la esposa es administrar el hogar y convertirlo en un centro de ministerio (1 Timoteo 5:10, 14; Tito 2:3-5; Proverbios 31:10-31); por tanto, los medios Cristianos de comunicación no debiesen describir con romanticismo las carreras externas para las madres con niños pequeños; y que la Iglesia debe elogiar a las esposas y madres piadosas que trabajan en el hogar como modelos de conducta.
PADRES E HIJOS
15. Afirmamos que los hijos son una bendición del Señor, de un valor más allá de lo que puede medir la capacidad humana, y deben ser bienvenidos con gozo al seno de la familia como dones preciosos que provienen de Él; que los hijos pertenecen únicamente a Dios, con los padres como sus mayordomos ordenados por Dios; y que Dios le da a los padres la responsabilidad principal y la autoridad para la educación y para el bienestar físico, social, emocional y espiritual de los hijos (Génesis 33:5; Salmo 78:1-8; 127:3-5; Proverbios 17:6; 1 Timoteo 2:15; Efesios 6:1-4; Deuteronomio 4:9; 6:1-9).
17. Afirmamos que Dios manda a todos los hijos a honrar a sus padres y a los hijos menores manda obedecerles en el Señor; que la Escritura les da a los padres el derecho y la responsabilidad de hacer cumplir la obediencia a través de la disciplina, incluyendo la disciplina corporal (Deuteronomio 5:16; 2 Samuel 7:14, cf. Proverbios 3:11, 12; Proverbios 13:24; 22:15; 23:13; 29:15); y que el entrenamiento en la obediencia piadosa es el fundamento del autogobierno personal y de todos los gobiernos civiles de los hombres y las mujeres libres.
FORMANDO NIÑOS HACIA LA MADUREZ
18. Afirmamos que la meta de la paternidad Cristiana debe ser presentar a los hijos ante el Señor como adultos responsables y espiritualmente maduros para el momento que alcancen su plena madurez física (Lucas 2:41, 42).
LOS ABUELOS, LOS PARIENTES ANCIANOS O INCAPACITADOS
19. Afirmamos que la familia debe proveer cuidado amoroso emocional, espiritual y físico para sus miembros ancianos dependientes o incapacitados, y debe respetarlos reconociendo sus años de experiencia y potencial para enseñar sabiduría a aquellos que son más jóvenes (1 Timoteo 5:4-8; Mateo 15:1-9); que Dios tiene un propósito para los abuelos y para los otros parientes ancianos (Gálatas 6:10); y que los abuelos son responsables de enseñar primero a sus hijos adultos cómo enseñar a sus nietos, y segundo, ayudar a garantizar que esto realmente ocurra (Salmo 78:1-8).
MATRIMONIO: ELECCIÓN Y COMPROMISOS
21. Afirmamos que el hombre que desee casarse debiese consultar el consejo sabio, incluyendo el
de su familia (Proverbios 15:22), y escoger su esposa bajo la dirección de Dios en busca de un carácter piadoso (centrado en Dios) e idoneidad como socia en su llamado [de él] (Génesis 2:18, 20-21; Proverbios 18:22; 31:10-31; 1 Corintios 7:28, 36).
DIVORCIO Y NUEVO MATRIMONIO
23. Afirmamos que, al casarse, un Cristiano acuerda asumir las imperfecciones del cónyuge; por tanto, esas imperfecciones no pueden ser interpretadas como razones para el divorcio; que puede que haya un cónyuge inocente en un divorcio, pero nunca dos; que el perdón de Dios puede extenderse a cualquier pecado relacionado con el divorcio; que el perdón de Dios es otorgado a aquellos que humildemente se arrepienten delante de Él y reciben a Jesucristo como Salvador y Señor; que el arrepentimiento puede requerir la reconciliación con un cónyuge injustamente divorciado u otra prueba tangible de un cambio de corazón; y que la Iglesia debe requerir pruebas de arrepentimiento antes de restaurar a la persona divorciada al compañerismo.
FAMILIAS QUEBRANTADAS
27. Afirmamos que el Cuerpo de Cristo debe mostrar una gran compasión y apoyo a las familias quebrantadas con niños pequeños, sea que la ausencia de un padre sea debida a la muerte, al divorcio, la deserción, o por adopciones otorgadas a padres solteros, y que la gracia, la fortaleza, el perdón y el pastoreo de Dios están siempre disponibles para aquellos que le buscan de manera humilde y en espíritu de arrepentimiento (Oseas; Proverbios 5:18; Efesios 5:23, 24, 32; Marcos 10:2-12; Eclesiastés 9:9; Romanos 7:2; Mateo 5:2; 19:1-12; Santiago 4:1-3).
LA ADOPCIÓN
28. Afirmamos que adoptar un niño puede ser un llamado especial de Dios; que la adopción puede ser una bendición para la familia y para el niño adoptado; y que los Cristianos que consideran la adopción deben considerar al niño físicamente incapacitado o poco atractivo (1 Samuel 16:7; Gálatas 2:6; Santiago 2:1).
PADRES NO CASADOS Y SUS HIJOS
29. Afirmamos que Dios ha dado los hijos a sus propios padres; que la Iglesia debe por lo general estimular a los padres a criar y educar a sus propios hijos; y que en aquellos casos trágicos en los que una madre embarazada no casada haya decidido que no puede o no va a conservar y cuidar de su propio niño, la Iglesia puede recomendar, justa y sabiamente, que dé la custodia única al padre del niño si estuviese dispuesto o que dé el niño en adopción.
RELACIONES FAMILIARES RELACIONES FAMILIARES
30. Afirmamos que todos los miembros de la familia, como todos los otros seres humanos, son caídos e imperfectos y necesitados de perdón y redención por parte de Dios, y perdón por parte de los demás miembros de la familia, y que los Cristianos debiesen esforzarse por mostrarles la misma cortesía a los miembros de la familia que le muestran a aquellos fuera de la familia (Santiago 2:8, 9), manifestando amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y auto-control hacia los miembros de la familia (Gálatas 5:22, 23).
31. Afirmamos que el concepto Bíblico del amor incluye la crianza, el sustento, el consuelo, el cuidado, el contacto físico y la expresión verbal del respeto interno como actos de amor entre los miembros de la familia; que los miembros de la familia deben amarse, animarse, apoyarse, protegerse, consolarse, respetarse, perdonarse y cuidarse cariñosamente unos de otros; y que los miembros de la familia deben tomarse el tiempo para expresarse afecto y respeto los unos a los otros de manera física y verbal (1 Corintios 13; Marcos 10:14; Efesios 6:4; Isaías 40:11; Salmo 27:11).
EL ABORTO Y EL INFANTICIDIO, LA EUTANASIA Y LA DISCRIMINACIÓN EN EL TRATAMIENTO MÉDICO
35. Afirmamos que toda la vida humana es santa y tiene un valor intrínseco dado por Dios – más allá de ser medida por la habilidad humana – debido a que porta la imagen de Dios, sin consideración de raza, edad, género, status prenatal o impedimento físico o mental (Mateo 6:25; 10:31; Génesis 2:7; 9:5, 6; Salmo 139:14; Jeremías 1:5).
38. Afirmamos que los hijos de los creyentes deben recibir su instrucción espiritual básica de parte de sus propios padres, con la ayuda de los miembros de más edad de la familia y la Iglesia; que a los hijos de los no creyentes se les debe proveer la oportunidad de recibir instrucción espiritual por parte de la Iglesia con aprobación paterna; que los adultos reciben su preparación para los roles en la iglesia por medio de la administración exitosa de sus propias familias; y que los adultos solteros pueden beneficiarse al ser recibidos en los grupos familiares de la iglesia como un medio de ministrar y ser ministrados (Deuteronomio 6:7; 11:19; 1 Timoteo 3:4; Tito 1:6; 2:3-5; Salmo 68:6).
40. Afirmamos que Dios le da a la familia responsabilidades civiles, incluyendo el dar a luz a los niños, alimentarles, entrenarles y proveer para sus necesidades, lo mismo que proveer para las necesidades físicas, proteger la vida y cuidar de los miembros incapacitados de la familia, y ayudar a los necesitados de la comunidad a través de la hospitalidad y actos de misericordia; y que toda familia Cristiana debe esforzarse para cumplir estas responsabilidades, y si necesita ayuda debiese buscarla primero en las ramas familiares y luego en la Iglesia (Génesis 1:27, 28; Deuteronomio 5:19; 6:7; 11:19; 2 Corintios 9:7; 1 Timoteo 5:4, 8, 16; 3:2; Proverbios 31:20).